MIEDO

De pronto el silencio eterno se rompió. Sonaba el teléfono, primero debilmente, luego más alto y más y más y más. Martilleaba mis oídos en un estruendo ensordecedor. Me llamaba fuerte, gritaba mi nombre,

Riiiiiing,
me golpeaba la cara
Riiiiiing,
me golpeaba la espalda
Riiiiiing,
me golpeaba las piernas
Riiiiiing,
me pateaba el vientre
Riiiiiing,

Recordé los golpes en mi cuerpo, las marcas oscuras en los brazos, la sangre recorriendo el suelo.

me golpeaba la cara
me golpeaba la espalda
me golpeaba las piernas
me pateaba el vientre

Tuve miedo.
Sentí un nudo en el estómago que me impedía ponerme de pié. Me arrastré hasta el baño clavando las uñas en el suelo. Las manos se colapsaron, los ojos se cerraron, la boca babeaba incesantemente. Repté detrás de aquellas cortinas navegando mis propias lágrimas.
Entonces la vi. Brillaba majestuosa en mis manos. Entre temblores acerté con el camino de mi pulso. Nunca más tendría miedo. Nunca más volverían las voces. Nunca más los perdones ni las angustias ni los remordimientos. Nunca más,
yo.
...
...
...
...
...
...
...
...
...
Ruído de ambulancias. Estoy. Sé que no dejarás que vuelva a tener miedo.