Mi cuna estaba adosada a la biblioteca,
Babel sombría, donde novela, ciencia, fábula,
todo, la ceniza latina y el polvo griego,
se mezclaban. Yo era alto como un infolio.
Dos voces me hablaban. Una, insidiosa y firme,
decía: "La Tierra es un pastel lleno de dulzura;
yo puedo (¡y tu placer será entonces sin límite!)
despertarte un apetito de igual tamaño."
Y la otra: "¡Ven!, ¡oh, ven viajero en los sueños,
más allá de lo posible, más allá de lo conocido!"
Y ésa cantaba como el viento de los arenales,
fantasma quejumbroso, venido no se sabe de dónde,
que acaricia el oído y sin embargo espanta.
Yo te respondí: "¡Sí, dulce voz!" De entonces
data lo que se puede, ¡ay!, llamar mi llaga
y mi fatalidad. Detrás de los decorados
de la existencia inmensa, en lo más negro del abismo,
veo indistintamente mundos singulares,
y, víctima de mi clarividencia extática,
arrastro conmigo serpientes que me muerden los zapatos.
Desde este tiempo, igual que los profetas,
amo tan tiernamente el desierto y el mar:
desde entonces me río en los duelos y lloro en las fiestas,
y encuentro un gusto suave al vino más amargo;
tomo muy a menudo los hechos por mentiras,
y, con los ojos en el cielo, me caigo en los agujeros.
Pero la voz me consuela diciendo: "Conserva tus sueños;
¡los cuerdos no los tienen tan bellos como los locos!"
Charles Baudelaire
LA VOZ
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4 comentarios:
la, bonito el poema, la verdad me a gustado mucho, felicidades, un saludosdesde canarias, mery.
Mery.
Bienvenida al Blog, me alegra que te haya gustado el poema de Baudelaire, es uno de mis escritores preferidos.
Un beso desde Barcelona
lei varios de los poemas y este tambien me a gustado..entre otros, te felicito por el blog!
Decoracion de Cocina,
Gracias por tus palabras y por tu visita.
Un beso
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